El Gobierno incluirá en el plan de reformas que presentará el próximo 26 de abril un impuesto de circulación vinculado a criterios medioambientales, según ha anunciado el Secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre.
Fuente: Revista Autoescuela (CNAE)

Ferre recuerda que el impuesto de circulación, de competencia municipal, “es el único que tiene que ver con los coches que no guarda relación con las emisiones de CO2“, por lo que “es lógico adaptarlo”.

El nuevo tipo del gravamen, que entrará en vigor el próximo año, dependerá no de los caballos del motor sino de la contaminación que produzca el vehículo, medida por sus emisiones de CO2, NOx y partículas.

La reforma correrá por cuenta de la Dirección General de Tributos del Ministerio de Hacienda, previo consenso con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y supondrá en la práctica que paguen más los vehículos que, “por su antigüedad, producen mayores emisiones a la atmósfera”. La cuantía del impuesto se fijará previsiblemente en función de las diferentes normativas Euro sobre emisiones de los vehículos, y “no se tendrán en cuenta argumentos de carácter social”, según el Ministerio de Agricultura.

No obstante se ampliará el margen de maniobra de los ayuntamientos para elegir el tipo aplicable en su territorio, de forma que los municipios con mayor contaminación puedan desincentivar el uso del coche, imponiendo un tipo más alto.